Por Esmeralda Torres
24 March 2020
“Y para comprar estas toallas, hemos tenido que ir a Portugal”. Con esta letra tan chistosa terminaba una cuarteta de la murga oliventina Los 3W en el año 2015, cuando vestían de personajes de sauna envueltos por esta tela afelpada suave y absorbente que tanta fama tiene en el país vecino. Y es que en broma o en serio, la adquisición de estos telares ha sido la excusa de muchos durante muchos años para cruzar la frontera.
Muchos son los críticos culinarios que argumentan la buena fama del café portugués. Como dicta la periodista especializada Ana Lorente, “hacer un buen café es un arte, no algo mecánico” y exige “a quien lo hace, gustarle, tomarle y sentirlo”. “Si no le das importancia nunca podrás prepararlo con amor”, y de eso en Portugal saben bien. Sea por el tradicional contacto histórico con Brasil o por la buena materia prima, el café portugués tiene un sabor especial. Pero la popularidad de sus toallas, ¿de donde viene? La respuesta es simple: los portugueses son artesanos del algodón y tienen una fama reconocida por la calidad de sus tejidos.
“Las toallas de Portugal se caracterizan principalmente por el algodón que usan”, explican desde la web de Casa Blanquería. Estos expertos en tejidos reconocen que los algodonales del país luso son de las plantaciones más finas del mundo, un carácter que lleva a su materia prima a sobresalir en pureza, brillo y longitud. “Mientras mas larga sea la fibra del algodón, más resistente será el hilo que puede sacarse de ella”, añaden. Pero éste no es el único secreto de esta popularidad, y es que en los tenderetes portugueses es fácil encontrar toallas elaboradas a partir de auténtico algodón egipcio importado. “En este caso estamos hablando de un material que destaca por una gran suavidad pero especialmente por una fuerte capacidad de absorción”.
Relación calidad-precio
“Por supuesto, el interés más grande de las personas que desean comprar toallas en Portugal está en los precios”, continúa esta justificación digital. Según apunta esta empresa, hay muchas marcas que venden textiles de Portugal a través de internet, “pero se debe considerar los costes de paquetería y envío”, un motivo por el que un juego de toallas básico puede alcanzar precios “que están por encima de los 60 euros”. Mientras que los que se desplazan personalmente a adquirir esta compra rebajan el coste del producto. “En Elvas, por siete euros, tengo un juego de tres toallas sencillos pero de buena calidad”, apunta Teresa, una vecina pacense asidua a visitar las tiendas de Elvas. “Y por catorce euros, si lo quiero con diseño”.
Ella misma confiesa que aprovechan la visita de amigos y familiares para cruzar la frontera, “ya sea con la excusa de comprar toallas, manteles o, incluso, loza”. De ahí que no dude en cuál será su primer plan tras el fin de la cuarentena y la vuelta a la libre circulación entre España y el país luso. “Volver a Portugal con la excusa de comprar toallas”, concluye con una pícara sonrisa.
