Por Esmeralda Torres
13 August 2019
Salorino es un pueblo de tradiciones en el que aún se celebran los Quintos y los vecinos se sientan al fresco en verano. Cada porretero guarda su playera tras la puerta y en cuanto cae la noche y la brisa empieza a correr, se tiende un hilo que pespunta sus arterias principales. También las aledañas a los bares del pueblo, las mismas que cada agosto se colman de letras populares firmadas por el maestro Solano o el mismísimo Lorca durante su Festival de Copla, el único de esta calaña que se celebra en España y que ha conseguido sobrevivir - y consolidarse, dato importante - en este ‘pueblino’ de 600 habitantes.
Las calles de Salorino se saben bien aquello de Ojos verdes. La tararean los más mayores, y también los más jóvenes por culpa de esa niña que desde muy pequeñita recorría los rincones y plazas cantando copla. Por culpa de Pilar Boyero, una porretera cuyo nombre (y el de su localidad natal) ha cruzado el charco. “Este otoño me voy a Cuba para grabar un disco con la Orquesta Sinfónica Nacional”, cuenta en la antesala de la presentación del cartel de la séptima edición del Festival de Copla de Salorino. Una cita que dirige desde sus inicios, cuando “Álvaro me llamó para decirme que, aprovechando que soy del pueblo y que llevo toda la vida haciendo cosas en el pueblo, había pensado en organizar un festival de copla y que yo fuese la directora”.
Se trata de la única cita musical dedicada al género que toman forma de cuartetas, seguidillas y redondillas y cuyas letras más populares llevan la firma de los poetas de la Generación del 27, entre otros autores. Un hecho que no transciende, y que “de forma completamente errónea, se ha asociado al franquismo”. La voz de la artista cambia, se pone seria y dicta sentencia. “La copla ha tenido la losa total y absoluta de compararse a la dictadura, algo que ha llevado a un rechazo generalizada por conocerla”, declara. Toma aire y recuerda la función de protesta que tomó la música de autor durante la República. “Cuando se empieza a estudiar esas letras y se comprueba que las ha compuesto Rafael de León o los poetas del 27 y te aíslas de prejuicios, se descubre un género con una altura literaria y poética bárbara”.
Un festival de los bares
Al alcalde de este municipio que no llega a los 600 habitantes le gusta recordar que los bares y restaurantes tienen mucho que contar en la historia de este festival. “Por primera vez, el mecenazgo de los locales privados se ha generado en el ayuntamiento”, resalta Álvaro Sánchez Cotrina. “En un pueblo pequeño es muy difícil que un negocio modesto sea capaz de financiar un festival, y sin embargo aquí se hace y con unas cuantías importantes. Es símbolo de que de manera decidida se apuesta por él”. La más enriquecedora recompensa es ver atestados los rincones - como la Organización llama a las terrazas de estos establecimientos convertidas en escenarios improvisados durante los días que dura la cita -. Desde las terrazas de El Duende y Eclipse hasta las de Ancá Juli y la Piscina, pasando por la del Hogar de Mayores y la Taberna de Carlos han cargado bien sus cámaras porque prevén agotar existencias las noches del 17 al 20 de agosto, días en los que la población se multiplicará.
“El año pasado pasaron por los rincones cerca de 3.500 personas, contabilizadas por sillas. Un dato al que se suma la gente que se queda de pie al fondo y los que salen a tomar el fresquito a su puerta”, recuerda el también diputado del Taejo Internacional en la institución provincial cacereña al mismo tiempo que alude al objetivo de esta cita musical. “No solo queríamos posicionar a Salorino en el ámbito cultural y hacerlo una cita ineludible para todos aquellos amantes de la copla, el flamenco y el fado”, continúa. Se detiene y refiere el enclave de la localidad, en pleno corazón del Parque Natural Tajo Internacional. “No hay que olvidarse donde estamos ni que tenemos uno de los mejores cielos de Europa según la UNESCO, algo que invita también a que el visitante venga a escuchar copla, ver el cielo y olvidarse de los problemas”. En resumen, a disfrutar de “ese turismo slow que estamos intentando descubrir y ofrecer a la gente que viene a conocernos”.
Clara Montes, plato fuerte
Hay artistas que están muy arraigados al Festival de Copla de Salorino. Es el caso de Perico de la Paula, Andrés Malpica, Tino González o Paquillo Levita, “el cantante de Diván du Don”, tal y como anota la directora. “Al principio fue difícil, o más que difícil un poco osado porque no sabíamos cómo iba a reaccionar el público.” - confiesa - “Pero hubo gente que se portó extraordinariamente bien y artistas que siempre han tenido muy buena disposición con este pueblo”.
Por el escenario de este festival han pasado desde espectáculos de niños hasta grandes del género, como Valderrama o Martirio en los últimos años. También ha dejado hueco al flamenco “porque son primos hermanos y, ya no es que sean primos hermanos, es que surgen del mismo tronco”, defiende a capa y espada Boyero. La mujer asevera que se trata de una unión palpable e inevitable, algo similar a lo que ocurre con el fado y la canción de autor. “La copla se puede relacionar con casi todo. Este festival es muy ecléctico”, y gracias a ello ha permitido la presencia de muchos grandes vinculados de alguna u otra manera al género. Es el caso de Miriam Cantero, la cantaora flamenca encargada de subir el telón de esta séptima edición, quien “va a hacer una propuesta muy bonita”, o Los Canasteros, “una gente de Zafra a quien quiero con locura y que para mí son brillantes”.
A la directora le resulta imposible quedarse con un solo nombre y se acuerda también del de Celeste Montero y el portugués Jorge Goes, cuyo fado movilizará a los vecinos del otro lado de la Raya como marca la tradición. Pero reconoce que por un nombre en concreto siente predilección. “Es mi amiga desde hace mucho tiempo”, relata sobre Clara Montes, la artista invitada a la gala de clausura que se celebrará el 25 de agosto en El Coso. “Es alguien a quien admiro profundamente y para mí es un honor que esté con nosotros en Salorino”.
Montes compartirá escenario con uno de los cuatros artistas que completan el cartel y que hará una incursión como ganador del Premio del Público. Y es que el festival da la oportunidad de que los espectadores voten por su espectáculo favorito y por el que quieren volver a disfrutar en directo desde su playera. “También es una oportunidad para nuestros artistas más locales de compartir escenario con un referente del panorama nacional e internacional”, subraya Sánchez Cotrina. Este año será Clara Montes, el próximo - quizá -, Diana Navarro. “A lo mejor el año que viene la sorpresa va por ahí”.
