Inicio / Cultura / La Pasión Viva de la Campiña
Por Esmeralda Torres
22 March 2018
San Pedro de los Majarretes es uno de los caseríos de La Campiña de Valencia de Alcántara donde viven menos de 30 personas. Allí se encuentra el convento en el que San Pedro de Alcántara hizo el noviciado y tomó los hábitos de la orden franciscana, y allí se celebra desde hace siete años la Vía Sacra, la escenificación de los últimos días de Cristo.
Todo comenzó con la llegada de unas hermanas de una institución religiosa a La Campiña. Venían de otras localidades, como Riolobos, donde, como un acto más de la Semana Santa, se escenificaba la Pasión, y decidieron proponerlo a las nueve pedanías de Valencia de Alcántara. “El primer año se hizo como un Via Crucis en Las Casiñas, representando con imágenes estáticas lo que se vive en cada estación”, explica Diego Bonifacio, uno de los primeros vecinos que se involucró en la iniciativa. Él mismo vivió en carnes propias cómo las hermanas prepararon concienzudamente a un grupo de jóvenes que ascendió a 82 personas entre actores y técnicos de iluminación y sonido amateurs, a llevar a cabo este acto religioso. “Fue con la película La Pasión de Cristo de Mel Gibson. Según ellas, era la que mejor recogía el sufrimiento que sufrió Jesús en su Pasión, era la más real”.
Dado el éxito de participación tanto de habitantes como de público -“el primer año no se podía aparcar, tenían que dejar el coche en las cunetas”, recuerda Diego-, decidieron incluir la representación en el programa de la Semana Santa valentina. Ésta vez con un formato diferente. “Lo pensamos un poco más”, comenta el vecino con una sonrisa mientras rememora cómo apostaron por buscar escenarios naturales donde teatralizar cada escena.
Escenificación de la Pasión en San Pedro de los Majarretes en 2015. Foto: Luz&Raia
Diego cuenta que la entrada en Jerusalén se escenifica en la propia entrada del caserío. “El Señor se monta en el burrito y pasa por la puerta del Convento de San Pedro simulando que es Jerusalén”, puntualiza el joven. De ahí, la escena se traslada a una plazoleta, donde se representa La última cena y La oración en el huerto, en un huerto real. Seguido de todo el público asistente, que “como ya se conoce los actos, se mueve de un lado a otro con anterioridad para buscar los mejores sitios”, se representa la condena y flagelación. A continuación, “se viene otra vez por todas las calles de la pedanía hasta la zona de Los Canchales, donde en una especie de montaña se hace la Crucifixión y posteriormente la Resurrección”.
Escenificación de la Pasión en San Pedro de los Majarretes en 2015. Foto: Luz&Raia
En memoria de Ángel
El padre Chema es el párroco de La Campiña. Cuando él llegó a la zona, la Pasión ya estaba consolidada, y cuenta que le sorprendió la iniciativa y el involucramiento de todos los vecinos, tanto de pedanías como de Valencia de Alcántara. Y, especialmente, que se mantenga la vertiente religiosa. “Es fundamental que no se pierda”, declara el cura.
El propio padre resalta el compromiso del grupo que hace posible esta representación. Detalla que cada año se perfecciona el guión y la música para que parezca más real. También que ensayan cada domingo, a partir de las 17:00 horas. “Esta semana también el viernes, ya como último ensayo”, afirma.
Escenificación de la Pasión en San Pedro de los Majarretes en 2015. Foto: Luz&Raia
Será la última vez que repasen texto y acción antes de la función de este 2018, que tendrá lugar el Domingo de Ramos, día 25, a partir de las 22:00 horas. Una edición que será especial por sí sola, por la memoria de Ángel. Ante la ausencia del vecino que interpretaba el papel de Jesucristo, los ensayos se han hecho cuesta arriba para el grupo. “En las últimas ediciones ha sido la persona que más ha tirado del carro”, declara Diego. “Ha sido su mujer la que ha querido seguir participando, y eso nos ha reconfortado a todos para seguir haciéndolo”, añade el joven, quien retomará de nuevo el papel principal. Por él y por todos los vecinos que llegan desde diferentes puntos de la región, La Campiña volverá a ser escenario de La Pasión viva de Cristo.