Cultura

El Chico Cabrera, el bandolero de los riberos del Salor

Si Sierra Morena tuvo a los famosos Pernales, El Tempranillo o el Barquero de Cantillana, los pueblos de las cuencas del Salor y el Erja y de las dehesas de la Sierra de San Pedro contaron con El Chico Cabrera

A principios de este año el Ayuntamiento de Brozas tuvo una acertada iniciativa, poner en valor la figura de un personaje histórico muy conocido en los pueblos de su entorno con las I Jornadas Históricas sobre 'El Chico Cabrera'. Aunque este bandolero fue natural de Brozas, son muchos los pueblos que lo tienen como protagonista de leyendas locales. En Membrío se ha escrito sobre sus andanzas, en Salorino y en Herreruela se han organizado rastreos basados en su historia. Incluso en Herreruela se ha constituido una asociación local que lleva su nombre. Estamos ante un personaje que transciende lo local, ante el bandolero de los riberos del Salor.

Hay numerosas leyendas sobre él, quizás cada pueblo haya fabricado a su propio Chico Cabrera. Malpartida, Brozas, Herreruela, Membrio, Salorino, Aliseda, Moraleja, Ceclavin y un largo etc. saben de su legado y han creado sus propias leyendas, fruto de esa necesidad de los pueblos de fabricar a sus propios héroes. Se dice que una vez huyó con las herraduras de su caballo puestas del revés para confundir a la Guardia Civil o que, en otra ocasión, en la Fuente de la Mora de la finca El Pizarroso, un cabrero le delató y a los pocos días volvió, lo hartó de agua hasta no poder más y lo colgó de los pies para que echara todo el líquido.

El siglo XIX fue un periodo de continua inestabilidad política en nuestro país (ocupación francesa, guerra de la independencia, guerras carlistas, desamortizaciones, la fugaz primera república, …), una inestabilidad que golpea con dureza a las clases más desfavorecidas de la sociedad. Aparece el proletariado agrícola, campesinos sin tierra, jornaleros sometidos a duras condiciones de vida y con un trabajo estacional, del mismo modo, surge un nuevo régimen, el de los terratenientes, beneficiarios de las compras de tierras procedentes de las desamortizaciones. En la Extremadura de mediados de siglo se sufren epidemias de cólera y, en algunas zonas, la tasa de mortalidad supera a la de natalidad. Una economía sin industrializar y una población mayoritariamente analfabeta es el escenario que favorece la presencia de personajes como Bernardo Abujeta, El Chico Cabrera.

Representaciones durante las I Jornadas Históricas sobre 'El Chico Cabrera'. Foto: JOSÉ ANTONIO TORRES.

Bernado Abujeta nace en 1833 en el seno de una familia humilde, es natural de Brozas y tuvo dos hermanos, Pedro y Jerónimo. Algunos autores sostienen que tuvo un primer matrimonio del que nació un hijo, Guillermo y una segunda relación con la que tuvo otro.

Fue jornalero y trabajó en varias fincas de la sierra San Pedro. Hay que tener presente que en los meses pocos productivos del campo, el jornalero no tenía nada y muchos optaban por el furtiveo, el contrabando y los pequeños hurtos. En esta época se convierte en un gran conocedor del territorio. Su carácter indómito y rebelde le arrastra a enfrentamientos con algunos terratenientes, un hecho que le lleva a frecuentar más su parte delictiva.

Generalmente actúa en solitario y aprovecha su profundo conocimiento del terreno. Los riberos del Salor son su refugio perfecto por la compleja orografía que presentan, un terreno escarpado por el que es muy difícil moverse. Las peculiaridades de este entorno explican las dificultades que las autoridades tenían para detener a Bernardo. En esta frontera natural entre los llanos de Brozas y las dehesas de la Sierra de San Pedro dispone de varias cuevas que le sirven de refugio. A todo ello, se una la circunstancia a tener en cuenta, la actividad económica que había a orillas de este afluente del Tajo, con los molinos hidráulicos y todas las infraestructuras asociadas a estos, e incluso la existencia de minas en explotación en las proximidades a la desembocadura.

Poco a poco se hace popular por todos los pueblos del entorno, su nombre inspira cantares. Cuentan que el alcalde de Malpartida de Cáceres, Gómez Agilato, le ofrece el pacto de protegerle la finca a cambio de contratarle y darle protección. Se mueve con libertad en esa época, en la que protege lo suyo y esquilma lo ajeno. Son sus mejores años.

Delincuente furtivo

El Chico Cabrera, estuvo detenido en varias ocasiones y pudo escapar, era un verdadero Houdini de la época. Posiblemente por ser un preso implicado en varias fugas estuvo en la prisión de Cádiz, ¡de la que también escapó!. En agosto de 1868 el gobernador de la provincia de Cáceres hace un llamamiento a las distintas autoridades para que procedan a la captura “de los fugados del destacamento presidial de Cádiz, Braulio Suarez Martín y Bernardo Abujeta Cabrera”. La búsqueda de los dos se hace prioritaria para todas las autoridades. Braulio es de Casillas de Coria y en su huida se trasladan a este pueblo, en el que planean un robo a un rico del pueblo que fracasa. Tras este fracaso El Chico Cabrera vuelve a estar solo.

Algunos autores señalan que en mayo de 1870 vuelve a burlar a la guardia civil tirándose a las aguas del Tajo.

A principios de 1871 fallece su hermano, Pedro Abujetas, de un balazo en un ajuste de cuentas. Es probable que este suceso desencadene que Bernardo aparezca en Brozas un par de días después, la guardia civil lo estaba esperando y el 25 de febrero 1871 es detenido en Brozas tras arrojarse a un pozo.

“El famoso criminal Cabrera, terror de los habitantes de Brozas, Salorino y Herreruela, en la provincia de Cáceres. Ingresado y escapado varias veces de presidio, con dieciséis causas graves y después de una persecución de dos años, acaba de ser cogido en Brozas, por el arrojo del teniente don Francisco Noya, sacándole de un pozo y después de un tiroteo y acabadas sus municiones contra la Guardia Civil” publicado en El Imparcial el 1 de marzo de 1871.

Representaciones durante las I Jornadas Históricas sobre 'El Chico Cabrera'. Foto: JOSÉ ANTONIO TORRES.

Se cuentan 16 causas graves a sus espaldas como robos, resistencia a la autoridad, extorsiones, etc. pero no está documentado delito alguno de sangre. Según se expuso en las I Jornadas Históricas sobre El Chico Cabrera celebradas en Brozas, tras esta detención, lo trasladan al penal de Soria de donde vuelve a escapar. A partir de este momento la presión de autoridades y de la justicia se intensifica.

“Por la presente requisitoria cito, llamo y emplazo á Bernardo Abujeta Cabrera, álias el Chico, natural de Brozas, fugitivo del presidio, de estatura regular, más bien grueso que delgado, color trigueño, nariz regular, pelo negro, barba cerrada, le falta el dedo pulgar de la mano izquierda á consecuencia de habérsele reventado la escopeta que usaba …” requerimiento del Juez de Primera instancia de Alcántara con fecha de 15 de enero de 1876.

El día 12 marzo de 1877, se encuentra en el molino próximo al puente del Salor de la carretera que une Herreruela y Brozas, el molinero lo descubre y da aviso a los guardias civiles del puesto de Herreruela. Al verse sorprendido intenta huir pero es abatido por los disparos de los agentes de la benemérita.

La transcendencia de la vida de Bernardo Abujeta queda reflejada en la repercusión que tuvo en la prensa de la época la noticia de su muerte tras los disparos de cuatro guardias civiles del destacamento de Herreruela: “… muerto de un balazo, el 12 del presente, el célebre bandido Bernardo Abujeta (a) el Chico Cabrera, que tenía atemorizadas a las dos provincias de Extremadura, hombre de un corazón empedernido por el crimen y de historia celebre…” Diario La Iberia 18 de marzo de 1877.

Lo que parece un hecho objetivo es que estamos ante un personaje de leyenda que no se deja doblegar ante nada ni ante nadie. Posiblemente como otros tantos extremeños de aquella Extremadura analfabeta, sin industria y por desarrollar en la que se sufrió de primera mano el hambre, la miseria y el desacierto de la clase dirigente de la época.

Temido en vida y admirado tras su muerte, por eso que tiene el tiempo de que todo lo cura, todo lo limpia y todo lo endulza., el paso de los años ha hecho que las fechorías de aquel bandolero se dotaran de un cierto romanticismo que ha convertido al bandido en héroe, al delincuente en nuestra leyenda.

Representaciones durante las I Jornadas Históricas sobre 'El Chico Cabrera'. Foto: JOSÉ ANTONIO TORRES.